martes, 9 de agosto de 2011

viernes, 26 de febrero de 2010

  -Lo siento mucho, Aíxa, pero no tengo más remedio que acabar contigo.
-¿Qué quiere decir?-estaba muerta de miedo,pero por nada del mundo se echaría atrás.
-Pues que no puedo dejar que sigas rondando por aquí, eres demasiado...peligrosa. Adiós, querida mía.-la Madame le dirigió una sonrisa encantadora, lo más encnatadora que podía ser, pero por una vez, Aíxa no cayó en su hechizo. Vio lo que iba a pasar,lo que pensaba hacer, y no podía permitírselo.
 Pero lo peor de todo es que no podía huir. Ella era demasiado poderosa. Y si la mataba,¿qué iba a hacer? No quería imaginar lo que haría con su alma.
-Por favor, no...
-¡Por favor,niña, calla y lucha!-le espetó Emiliana, exasperada. Por supuesto, sería descortés robarle a aquella niñata la oportunidad de morir de pie, con dignidad. Por supuesto,no podía dejarla ahí.
 Entonces, mirándola a los ojos, alzó la varita, a punto de pronunciar las palabras secretas.
 Aíxa sentía como el corazón le iba a cien por hora. Sentía la muerte cerca, demasiado cerca, y ni siquiera podía luchar, aún cuando ella le ofrecía tan amablemente la oportunidad.
Había tantas cosas porhacer,tantas cosas que aún no había hecho...le pesaba más que nunca el tiempo que había dejado pasar, comoun viento que viene y se va, como aquel libro tan antiguo, "lo que el viento se llevó"
 Pero sólo era un dicho. ¿Quién demonios podía hablar de tiempo?¿Para qué, acaso valía la pena? Aíxa furnció los labios, disgustada, a punto de llorar. Esto no era como le habían dicho. No veías pasar la vida delante de tus ojos, al menos no con exactitud. Ella sólo podía darse cuenta de que no vaílía la pena luchar, al final siempre acabas perdiendo.
 Lucho por concentrarse sólo en sus buenos recuerdos. Tenía bastantes, pero sólo fue capaz de concentrarse en unos cuántos. Recuerdos que pasaban como mariposas que huían de su mano cuando intentaba cogerlas, al igual que  cuando era pequeña.
 Y en esos recuerdos sólo podía concentrarse en una sola persona.  En aquella que le había hecho tanto daño pero que sin embargo no podía olvidar. El único que podría ayudarla a salir adelante, el único recuerdo que le quedaría.
  Se concentró con todas sus fuerzas en su rostro, y se sintió en paz, se encontró bien consigo misma, lista para morir.
 Y entonces lo sintió.
 No está tan mal,no duele siquiera. Es casi como si flotaras....casi.  Se despegó como una tirita mojada de su cuerpo.
 O mejor dicho,lo estaba haciendo.
 Era algo muy tranquilo,lento, o al menos eso le parecía a ella. Cuando entonces....entonces...
 Entonces sintió como un golpe violento la empujaba totalmente fuera de su cuerpo, como si...¡la hubiesen empujado!  Pudo ver como su cuerpo daba un par de vueltas, pero sin caer al suelo ni...morir.
 Enseguida se vio fuera pero no flotó hacia arriba o hacia abajo. Se quedó allí, contemplando su cuerpo, que no terminaba de caer.
 "¿Pero qué ha pasado?"
 Era increíble, ¿cómo es su cuerpo no estaba...?¿Qué demonios había pasado? Lo intentaba dilucidar,mientras veía como la lluvia la atravesaba.
 Entonces oyó una voz.
 "¡Vete,Aíxa, vete ahora!
 La joven se sobresaltó. Ipso facto reconoció la voz.
"¿Tía Kate?"
"¡VETE, VETE AHORA!"
 Entonces lo supo, lo supo enseguida. ¡Tía Kate se había metido dentro de su cuerpo!Ahora que se había dado cuenta,incluso podía ver su inconfundible aura esmeralda.
Pero su tía la apremiaba.
"!VETE, ESCÓNDETE!"
"¿Dónde?"
"¡DÓNDE SEA! ¡LUEGO IRÉ A BUSCARTE!

domingo, 6 de diciembre de 2009

Catalina

       Y allí estaba la nueva. Era una chica guapa, con una palidez algo extraña pero supongo que sería albina... Y sus ojos eran verdes, de un verde algo nublado por una leve película dorada, muy propia de los habitantes de la zona londinense de allende los mares.
  Sin embargo, supe que era un vampiro de inmediato, aparte de su palidez, andaba con gracia y estaba sola, nadie se atrevía ha acercarse a ella a pesar de su hermosura. Quizás los tenía que ahuyentar...
   Pasó por el lado de los otros, los muchos otros, sin decirles nada,sin dignarse siquiera a dedicarles una mirad,a con la dignidad fría y altiva de una reina.
 Entonces, para mi sorpresa, se fijó en nosotras.
 Nerea la miró con curiosidad, y le hizo señas para que viniera.
 Le di un codazo pero ella no me hizo caso, tenía más curiosidad que yo.
 -Hola.
 No tardó ni diez segundos en estar frente a nosotras.
-Hola, eres la nueva, ¿a qué sí?
-Sí, por lo que veo soy. Me llamo Layla, ¿y vosotras?
-Yo me llamo...Nerea, y esta es mi mejor amiga Katherine.
-Hola, Katherine, encantada de conocerte.
-Lo mismo digo-dije estrechándole la mano. -Había algo miu extraño en aquella chica, que me inquietaba bastante pero que al mismo tiempo me agradaba. Y me equivoqué. No podía ser una inmortal, su mano no estaba fría. Era muy suave, sí, pero tenía un calor muy humano.
-¿A qué curso vas?
 -A noveno curso,  sólo estaré un año aquí, así que ya ves...-suspiró con dramatismo, como si le diese mucha pena, una pena fingida.
-Nosotras también vamos a último curso. Aunque llevamos algunos añitos aquí. Vente, te enseñaremos el centro.
 Layla nos acompañó por todo el centro, mientras Nerea le iba explicando su funcionamiento y todo lo que había.
 Fue una tarde bastante entretenida, pero la que más habló fue Nerea, Layla habló lo mínimo, y yo también. Aún así no había tensión. Se la veía incluso cómoda.
 Y que casualidad que le tocase la misma habitación. Aún así, no éramos muchas en el mismo curso aquel año, normalmente muchas chicas abandonan el colegio uno o dos años antes para prepararse para el matrimonio.
  En cuanto se fue a buscar un nosequé al despacho del director, Nerea se puso a cotillear conmigo.
 -Y bien, ¿qué opinas de ella?
-Pues si te soy sincera, a mí me cae bien, pero hay algo..que me inquieta.
-No te preocupes, ya la conoceremos  mejor. A mí también me ha caído bien, aunque creo que lo que pasa es que es un vampiro, ¿no crees?
-¡Bueno, tendremos que vigilarla cuando coma!
-¿Cuándo coma? Los vampiros no comen, sólo beben.
-¿Pero es que no has visto lo que hace Brad. Esconde la comida y luego la tiene que limpiar la superintedente.
-¡Anda, yo creía que se quejaba de tí!
-De mí, ¿por qué?
-Te considera rarita.
-Cómo si fuera la única.
-¿O cómo si no lo supieras?
-¡Quizá! Venga, vamos a buscar a esa chica!

-¡Ah, como si no lo supiera!
 Nerea le hizo señas a la muchacha, que nos miró con curiosidad. No tardó nada en acercarse a nosotras.
-Hola.

sábado, 21 de noviembre de 2009

   No puedes sentir el sabor amargo,¿verdad que no? El amargo regusto del dolor, del recuerdo que se graba en la memoria como si fuera fuego, un fuego que sin embargo no puede destruiste...
 Esto es horrible, siento que me ahogo en esta oscuridad. Intento levantar la mano para alcanzar la verdad pero una fuerza desconocida me echa para atrás, hundiéndome en la oscuridad...
 Me llama, me llama para.



La palabra Ikebana significa "flor viva colocada" (ike-ru), colocar y bana (sonoración de hana, flor) y es denominado el arte japonés del arreglo floral. También se conoce como kadō el camino de las flores.




Además de su función estética, también se utiliza como método de meditación, ya que está conectado con el flujo de las estaciones y ciclos de la vida. El hecho de que las obras sean efímeras, debido al material de que están hechas, lo convierte en un acto de reflexión sobre el paso del tiempo.



Es original de la china, donde hacían ofrendas florales a su divinidad Buda. Esa nueva tradición llego a Japón sobre el siglo VI, a partir de entonces y hasta el siglo XV conservo su origen religioso pero llego un momento en que esa tradición desapareció y paso a utilizarse el Ikebana como “decoración”. Al principio en ese ritual se realizaba una sencilla ofrenda floral, incluso a veces sólo se presentaban los pétalos. A partir del siglo X, Japón decidió engalanar esta ofrenda y añadió elementos como por ejemplo recipientes, ramas, hojas, frutos, semillas y otros elementos.



El Ikebana tiene la armonía de una construcción simple, lineal, basada en el arreglo y composición de flores o materiales que nos puede ofrecer la naturaleza. A lo largo de los siglos, ha habido muchísimas escuelas de ikebana, cada una diferente de la otra, con diferentes costumbres y características.



La primera escuela de Ikebana se llamó Ikebono, fue creada a principios del siglo VII. El creador fue un japonés, que residió varias veces en la corte de la China Imperial. Una vez se retiró, se convirtió en el guardián del monasterio budista Rokkaku-do, situado a las afueras de Kyoto y allí se convirtió en abad y pasó a llamarse Semmu, se fue a vivir a una pequeña casa llamada ike-bo-no (casa del lago). De ahí vino el nombre de la escuela. De sus viajes a China aprendió el arte de las ofrendas florales, cosa que aprovechó para perfeccionar en su retiro y establecer unas primeras normas. Pero a partir de él, se crearon muchas escuelas con sus propias características, y simbologías.



Los materiales que se usan para la construcción son flores, hojas, cereales, hierbas, ramas, semillas, frutas, vegetales etc...Dichos materiales pueden ser vivos, secos o artificiales. En un principio se prefería el uso de materiales del lugar, aunque dicha condición con el tiempo se fue perdiendo.



Una composición Ikebana realizada por un buen artista va mas allá de la estética puramente visual, la armonía del arreglo, la concordancia entre los materiales utilizados su disposición espacial el juego en los matices de color, el “equilibrio” en su dinámica de movimiento, debe representar la visión que el autor tiene de una “situación” que puede ser tanto natural como social, histórica o incluso un estado anímico, y en general un conjunto de todos estos factores, la representación por tanto sería un “símbolo”, y por supuesto trasciende absolutamente lo que se entiende como un arreglo floral “bonito”.



La Biblioteca The United States National Arboretum en la sección Ikebana Colección de libros raros ha digitalizado el Rikka shōdōshū; (Principios y reglas del RIKKA), una de las escuelas de Ikebana, publicado en 1684 en Japón, por lo tanto pertenece al periodo Edo (1603-1867), son tres volúmenes con grabados en color, impresos en papel de madera de morera, recopilados por Jinkyu ̄ sai, que fue probablemente un sacerdote budista, así como un talentoso artista floral. El primer Tomo contiene un texto introductorio en japonés e inglés.



Cada volumen del Rikka shōdōshū ; representa uno de los tres estilos de RIKKA conocidos como shin, gyo y so . El Shin es un estilo formal y digno con poco movimiento en su composición, el componente principal suele ser una rama alta vertical a veces con ramas laterales. El Gyo es un estilo más relajado y un tanto informal con más movimiento en su composición, la rama principal y más alta forma ángulos fuera de la vertical y la punta puede volver al centro o ir más allá del mismo. El So es un estilo muy expresivo y con mucho movimiento, su composición suele estar organizada en vasos planos y bajos denominados Sunabachi o Suna.